DIARIOPAISRD. SANTO DOMINGO.DISTRITO NACIONAL— El exteniente coronel de la Fuerza Aérea Erasmo Roger Pérez devolvió al Estado varias fincas de cacao y piñas así como granjas de pollo, como parte de un acuerdo con el Ministerio Público para que lo excluyan del denominado caso Coral.
De donde este señor pudo hacer todas esa fortuna, siendo apena, un extendiente coronel, como este sujeto así suelen otros que con menos rangos son millonarios con el dinero del erario público, se enredan en mafia dentro de los Cuerpos Armados dominicanos, y logran hacer ricos fortuna, acumulando dinero sucio del Estado Dominicano, es increíble esta podredumbre que estamos viviendo, lo el Ministerio Publico, acepta lo que esta envolviendo con la condiciones en que continúe cooperando y sigan cayendo este bandidajes dentro de las Instituciones Armadas del país; diciendo de otros que podrían estar activos estaba silencioso caminando en las calles con los bolsillos explotándosele, de plata ajena Cuanto ganterismo
Zacarías Payano, abogado del susodicho, aseguró que su cliente no sabía que esos bienes, valorados en más de mil millones de pesos, eran pecaminosos.
Describió a Roger Pérez como «un productor agropecuario próspero, que durante toda su vida se ha dedicado a producir huevos y vegetales».
Dijo que espera que su cliente sea excluido de la pieza acusatoria, la cual se encuentra en la fase del conocimiento del juicio preliminar en el Sexto Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional, que preside la jueza Yanibet Rivas.
Este viernes ha trascendido que el Ministerio Público trata de llegar a un acuerdo con otros dos imputados en el caso.
OTROS IMPUTADOS
Además de Roger Pérez, en el expediente figuran el general Adán Cáceres, la Pastora Rossy Guzmán, un hijo de la religiosa, el cabo policial Tanner Antonio Flete Guzmán, el coronel Rafael Núñez de Aza, el sargento de la Armada Alejandro José Montero Cruz y Raúl Alejandro Girón Jiménez, entre otros.
El grupo está acusado de defraudar 4,000 millones de pesos al Estado y de haber adquirido bienes por 2,000 millones de pesos «fruto de lo sustraído» en el Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur), que dirigía Cestur, y en el Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur), a cargo de Torres Robiou.
Según las investigaciones, el Cestur y el Cusep incluían en sus nóminas a personas que no prestaban servicio, pero cobraban, aunque en realidad el dinero terminaba en manos de los altos mandos de esos organismos.
