DIARIO PAÍS, SANTO DOMINGO.- Según Paul Arcelin, exembajador de Haití en República Dominicana, las pandillas haitianas que operan en la raya fronteriza constituyen una fuerte amenaza para este país, y uno de esos pandilleros es dominicano y lidera una banda de forajidos.
Además, algunos jefes de esas pandillas se mueven a sus anchas, cruzan la línea y se instalan en suelo dominicano, lo que dispara la inseguridad ciudadana en RD.
«Esas bandas están en las fronteras y uno de los jefes de dichas bandas es dominicano. Esa gente viene a vivir en República Dominicana, y una parte de sus dineros lo esconden en República Dominicana, y otros países», dice al ser entrevistado por el periodista Ariel Lara.
Arcelin deplora que haya en Haití una nutrida cantidad de víctimas de las bandas criminales, sin ser siquiera mencionadas por el Gobierno de ese país.
Por cierto, habla del magnicidio del presidente Moïse diciendo que no se sabe nada y se ignora todo, lo cual resulta tan sospechoso como el mismo silencio de su viuda. De hecho, ella permanece tímida y «callada».
Apuntando que su país está totalmente empobrecido, dice que no conoce la razón por la que las bandas de carniceros se enfrascan en secuestros y otras pillerías, arrojando una batalla sin tregua.
Según él, solo de abril a la fecha han asesinado más de 200 haitianos, y la situación es tan terrible que la gente tiene miedo y no quiere salir a la calle, porque si salen los pueden matar.
La tragedia es tan tétrica que miles han tenido que emigrar y no tienen techo seguro, hay cientos de escuelas cerradas, y no pocas viviendas han sido quemadas por las pandillas.
Frente a ese panorama, el exdiplomático observa y censura que «las manos occidentales están cruzadas» a pesar de fueron ellos mismos los que unificaron y potencializaron a esas pandillas criminales.
Su opinión monda y lironda es que los congresistas no están interesados en la situación ni en la solución.
¿Qué tal el muro?
De refilón tocó el tema del muro fronterizo que levanta RD. En este punto favoreció no tanto un muro físico como tecnológico, pues el físico es insuficiente para detener las hordas migratorias que invaden el territorio dominicano.
Acudiendo a otra experiencia, indica que el muro entre Estados Unidos y México no ha resuelto el problema, pues los mexicanos burlan esa pared, hacen túneles, se meten y llegan a la deseada tierra prometida.
«Siempre pasan, es difícil no pasar».-
