DIARIO PAÍS, SANTO DOMINGO.- El ingeniero Leandro Mercedes explicó que los proyectos de construcción sostenibles buscan, entre otros, el ahorro energético de hasta el 90% en viviendas, pero no existe una normativa que estimule las certificaciones verdes para las decisiones de diseño y construcción.
“La crisis climática nos obliga a restablecer la armonía entre la vida humana y la naturaleza. En el país tenemos potencial solar, eólica e hidráulico, entre otros, suficientes para producir energía. Las soluciones basadas en la naturaleza son herramientas clave en la construcción verde», dijo.
Más CO2
El experto destacó que en el 2020 las emisiones de C02 en el país crecieron un 3,69 % respecto a 2019, y la emisión per cápita aumentó en 2,62 toneladas por habitante, lo que supuso un cambio de paradigma para los nuevos proyectos residenciales regidos por la ley 687 y el marco legal del sistema de reglamentación técnica de la ingeniería, arquitectura y ramas afines.
“El concepto ha permeado en todo el mundo, pero no hay una normativa local. Por eso ser sostenible es una dirección o enfoque de tu trabajo. La importancia de las certificaciones de edificios verdes es algo que seguirá en tendencia y va a modificar el curso del desarrollo inmobiliario en el país”, señaló el especialista
Construcciones amigables
Las construcciones verdes están desarrolladas con materiales sostenibles, responsables con el medio ambiente, o sea que son o pueden ser reciclados, no contienen elementos tóxicos y en su ciclo de vida presentan una reducción del uso de los recursos.
“La utilización de estos materiales tiene varias ventajas, pues al ser extraídos de manera sustentable, mitigan la contaminación del agua, el aire y el suelo; lo que deriva en un impacto ecológico mucho menor”, expresó.
Según el ingeniero civil, responsable de la primera empresa en el país en tener una certificación de Excelencia en el Diseño para una Mayor Eficiencia (EDGE), los proyectos verdes tienen una mucho menor huella de carbono.-