DIARIO PAÍS, SANTO DOMINGO.- Ha arrancado este domingo la gran prueba de fuego del PLD: su consulta ciudadana será un fuerte desafío a su armadura interna y a su estropeada unidad institucional.
A pesar de realizarse con padrón semiabierto, las proyecciones indican que podrían votar, cuanto menos, entre 300 mil y 350 mil ciudadanos, pero el PLD inflaría esos números para dar la impresión de grandeza electoral.
No sorprendería, pues, que al final de la jornada hablen de medio millón y pico de votantes.
El problema, la quiebra, vendrán después de la consulta. Se prevé inconformidad y las clásicas denuncias de anomalías y parcialidad. Dirán que el árbitro no fue imparcial, que faltó equilibrio. Sin embargo, esos pataleos saldrán del compromiso abierto asumido por altos dirigentes del PLD. Unos y otros están con uno u otra aspirante.