
DIARIOPAISRD. SANTO DOMINGO DE GUZMÁN. DISTRITO NACIONAL. Qué cosa más lamentable la tragedia desproporcionar sin control que tienen estas bandas de mequetrefes en los barrios de la parte alta de la capital dominicana, pero tambien asi se producen en las provincias de Santo Domingo y Santiago de los Caballeros ya que son las mas grande del país, pero también en otras poblaciones del territorio nacional, hechos de fechorías sin miramiento se enfrentan a tiros en las calles y callejones, en la que salen perjudicados lo que quizás que no tenían nada que ver con por las luchas infernales trifulca que originan estos abyectos por el control de puntos de drogas en esos barrios que ellos imponen el terror y son batuta y constitución lo que dejan luto y dolor a los familiares de quienes son asesinos por la bendita balaceras de balas perdida que hacen estos mequetrefes, y las autoridades de las fuerzas públicas llegan a los lugares ya con el daño hecho, después comienzan a investigar, e investigar y luego que, que se quedan así.
En este día como los demás casos se escucha el rugir de los familiares reclamando la justicia terrenal y divina, los en este caso es del adolescente Yordy Guillermo Rodríguez, velan los restos del menor de 13 años, quien falleció el pasado jueves debido a un impacto de bala en el abdomen hecho por depravados desconocidos, en un supuesto intercambio entre bandas en Los Guandules.
La señora Rafaela Paredes desesperada y sabiendo que su sobrino ya no existirá más en esta tierra que exige justicia y justicia por el hecho, describió cómo era su pariente de que fue un adolescente tranquilo y estudioso, que se encontraba cursando el primer grado de secundaria en la Escuela Domingo Savio Fé y Alegría y soñaba con “sacar a su abuela del barrio “lamentablemente todo se troncho inesperadamente.
“Nosotros lo que queremos es justicia, en primer lugar la justicia de Dios para que no siga haciendo daño, porque nada más no fue él solo y la justicia terrenal, que la justicia cumpla con eso, porque eso fue un abuso ese niño de 13 años”, dijo Paredes.
La abuela del menor, Julia Rodríguez, también se unió al pedido de justicia por su nieto, quien residía con ella desde que era un bebé, y lo describe como un niño «tranquilo y respetuoso”, que estaba estudiando. En homenaje al adolescente, su ataúd está lleno de firmas de sus compañeros de clase.
De su lado María Bella Medina, vecina de Rodríguez, relata que Yordy era humilde, respetuoso y de trato afable con los mayores a la vez de pedir mayor intervención de las autoridades policiales en la barriada, ya que sostiene “los delincuentes están acabando con la juventud”.
Compañeros de clase sellan su firma en ataúd de adolescente muerto en Los Guandules
“Que la Policía Nacional de un paso a seguir, porque es que no podemos vivir aquí como que somos animales, en una selva, somos humanos (…) aquí hay que poner más orden en el asunto que ya está bueno”, sostuvo la dama.
Asimismo destacaron que cuando ocurren este tipo de acontecimientos la Policía Nacional realiza redadas y vigilancia, pero no es constante.
Los restos del menor serán sepultados de la tarde de este sábado en el cementerio Cristo Redentor.