DIARIOPAISRD. EN SANTIAGO DE LOS CABALLEROS, SEGUNDA CIUDAD AL NORTE CAPITAL DOMINICANA. NO ERAN TAN culpable de ese centro que supuestamente tenía entre comilla, para la Rehabilitación de menores con vicios dañinos a la sociedad, que estaban bajo la responsabilidad el llamado pastor del diablo y ahora el otro apresado lo como centro de prostitución, para violar a esos niños y niñs, fueran no tanto estos inecruspulo los culpable, sino los organismo oficiales que tienen el deber de la vigilancia permanente y quizás asi no hubiese ocurrido todos estos escandalo tan bochornoso.
Este caso sigue sonando y continuará por tiempo con el apresamiento de otro prostituto por parte del Miembros del ministerio público al detener a otro de los directivos del centro donde adolescentes denunciaron que eran víctimas de abuso sexual de menores en el Centro de Rehabilitación Nueva Vida Para Jóvenes o New Life For Youth en el sector La Ciénaga, en Santiago.
Joseph Yunior Guzmán García, alias Yunito, era uno de los encargados del centro, y máxima autoridad cuando Lorenzo Silverio Almonte no estaba en el centro, los adolescentes le conocen como el director.
Indudablemente que debería de servir de ejemplo para las autoridades del Gobierno que está nombrado para darle seguimiento en todo el país que existen esos Centro de Rehabilitación, de iniciar una supervisión constantemente, no solamente con ir y conversar los directivos sino también los jóvenes desquiciados que sus familiares lo llevan a esos lugares, de cómo es el trato que les ofrecen quienes tienen la responsabilidad de orientarlo no con perversidades como ocurrido en ese lugar en Santiago de los 30 Caballeros
Yunito, de acuerdo a los adolescentes, era quien dirigía el centro, ellos lo conocen como director, y le atribuyen actos de tortura.
Uno de los adolescentes contó al órgano acusador que “el director me dio con una correa y luego me amarró con una cadena, me la puso en el pie y la amarró en un hierro, yo duré tres días ahí en esa ocasión, me amarraron varias veces”. De acuerdo al ministerio público, Yunito era uno de los que directamente les daba los medicamentos a los internos.
“Nosotros nos quedamos ahí y Yunito nos dijo que nos iba a dar ‘andipi’, una cosa que nos duerme y nos lo dio. Yo no me dormí”, explica uno de ellos.
En sus testimonios uno de los menores de 16 años cuenta que una vez lo acusaron de tapar el baño y el director “buscó una soga y me amarró las dos manos, ese director se llama Yunito y otro que le dicen el líder”.