DIARIO PAÍS, SANTO DOMINGO.- El académico Iván Ernesto Gatón, brillante analista internacional, aseguró ayer que la invasión de Rusia a Ucrania es «una tragedia para toda la familia humana» y dijo que los dirigentes políticos parecen no estar a la altura requerida por el conflicto, por lo cual «se abrió la caja de Pandora de muchas desgracias».
Al pronunciar la conferencia titulada «Guerra Rusia-Ucrania: impacto en América Latina», coordinada por el Movimiento Periodístico Convergencia en la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña, Gatón advirtió que la guerra podría desatar una catástrofe económica para América Latina, dado el alto nivel inflacionario generado por el conflicto bélico.
«La guerra en Ucrania torna sombrío el horizonte económico en América Latina, por los efectos que tendrá en los precios de las materias primas, alimenticias y energéticas sumados a la presión inflacionaria heredada de la Covid-19. Estos factores se combinan para generar una crisis de proporciones no vistas desde la Segunda Guerra Mundial», apuntó.
El experto indicó que, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), habrá más inflación, y esto incidirá negativamente en la tasa de crecimiento de Latinoamérica.
Asimismo, explicó que Rusia y Ucrania son los principales proveedores de trigo, con un 29% combinado de las exportaciones mundiales, la mayor parte de las cuales pasan por los puertos del mar Negro.
«Ucrania es uno de los cuatro principales exportadores de maíz del mundo. El alza de los granos se traduce en el incremento de precios de productos básicos como el pan, pastas alimenticias y la carne de pollo. Con relación a los fertilizantes, Rusia es un gran productor de potasio, fosfato y fertilizantes que contienen nitrógeno, es decir, nutrientes para los cultivos y el suelo, produciendo el 13% del total mundial», dijo.
A propósito, destacó que la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha alertado, en voz de su secretario General, Antonio Guterres, sobre un posible colapso del sistema alimentario global.
Además, «el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) indica que el crecimiento en América Latina se reduciría de 2.1% a 1.2% en 2022. En 2023 sería de -0.4%, en vez de 2.4%, y se recuperaría en 2024 hasta 1.3%, en lugar de 2.2%, mientras el PIB subirá el índice de endeudamiento».
Gatón señaló que la guerra ya está causando estragos en los bolsillos de los latinoamericanos, y que «la misma podría tener un impacto económico de dimensiones tan nocivas que podría desestabilizar la paz social».
De hecho, apuntó que «en algunos países de la región se han iniciado protestas por la escalada inflacionaria que la guerra ha provocado», mientras «el Fondo Monetario Internacional tiene previsto que esta situación de inestabilidad social se mantendrá».
Un dato relevante
«Un dato importante a resaltar para la República Dominicana vendría a ser el efecto de la guerra en Haití, que viene desde hace mucho tiempo con una crisis social y económica larvada, la cual se venía agudizando ante el nefasto panorama que ha venido viviendo el país más pobre de América desde que sufriera el aciago terremoto el 12 de enero de 2010», expresó Gatón.
Añadió que algunos países latinoamericanos son importadores netos de alimentos, como es el caso del triángulo norte Centroaméricano, Guatemala, Honduras y El Salvador, los países del Caribe oriental; la OECS está integrada por Antigua y Barbuda, Saint Kitts y Nevis, Montserrat, Anguila, Islas Vírgenes Británicas, Dominica, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Granada, Martinica y Guadalupe.-