Cárcel de La Victoria, en vez de los presos rehabilitarse, siguen peor que en las calles; allí lo que existe es la perversidad de custodia y corrupción

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DIARIOPAÍSRD, SANTODOMINGO.- La perversidad, el desorden, la corrupción, aunque toda esa podredumbra viene ocurriendo desde hace muchos años, ya es hora de que se le ponga freno a esa barbaridad, quienes cometen esas acciones son las mismas autoridades que custodian el centro carcelario de larga data, La Victoria.

Esa permisividad ocurre sobre todo para ingresar objetos prohibidos, que siguen siendo la regla en la sobre poblada cárcel de La Victoria, de acuerdo a lo denunciado por personas que tienen parientes guardando prisión en ese penal.

Personas consultadas al respecto señalaron que la única manera de que se pueda mermar un poco esa podredumbre es que pongan en funcionamiento la Nueva Cárcel de “La Victoria” y no la dejen que continúe pudriéndose por problemas de vicios en la construcción, según alega la Procuraduría General de la República.

El escenario que describen los familiares de los reclusos, deja mal parado a las autoridades penitenciarias, de quienes se creían asumirían el control del recinto carcelario, luego de que hace tres fue intervenido y, entre otras se ocuparan teléfonos celulares y se desmantelara un centro de retransmisión de señal de Internet que permitía tener wifi a todos los privados de libertad.

La situación en este lugar no mejora, pues además de esto, la práctica del “macuteo” para poder ingresar al penal sigue activa, como también la figura del “probó”, que es el jefe de una cárcel, al que los demás reos le deben obedecer.

Lo que dicen los familiares

Así lo expresaron varios familiares de reclusos al ser entrevistados por el periodista Rafael Lara de CDN, canal 37, que se dirigió a la Penitenciaría Nacional La Victoria en el día de visita, donde una señora que no se identificó aseguró que tiene que pagar semanalmente al “dueño de la celda” donde está su hijo 1,200 pesos para que este no duerma en el suelo.

“Está flaco, lleno picaduras de chincha y cucarachas, él duerme en una goleta que alquilan aquí y tengo que pagar 1,200 pesos semanal”, precisó la mujer que también dijo que tiene llevarle cada semana compras a su hijo para que pueda alimentarse, pues la comida de la cárcel, aseguró, es “pésima”.

La posesión de celulares es otras de las prácticas prohibidas que continúan en esta sobrepoblada cárcel que aloja a más de siete mil privados de libertad. Que a finales de enero pasado, durante una requisa militar se ocuparan 508 teléfonos móviles, no fue suficiente ya que los reclusos tiene más de estos artefactos en su poder.

“Ahí todo el preso tiene teléfono moderno”, dijo un pariente de un recluso al contar que el uso de los celulares continúa de manera normal.

Esto se confirmó ante el relato de una señora mayor que aseguró habla a diario con su hijo, recluido en la cárcel La Victoria, quien, manifestó, la llama desde un teléfono celular.

Además, aseguraron que dentro del penal continuando colocándose negocios de todo tipo y que los enseres, como televisiones, no hay quien los prohíba. “Siempre está la misma búsqueda, ahí están los negocios, tienen su televisión, de todo”, dijo un hombre.

Lo que se ocupó en la cárcel hace tres meses

Cuando se realizó la requisa militar, las autoridades penitenciarias dijeron cambiarían a la dotación completa de la Penitenciaría Nacional de La Victoria y que se investigarían a cada uno de los miembros de la seguridad para establecer responsabilidades. En la requisa fue confiscado un repetidor de wifi, 96 routers, 89 cámaras de vigilancia instaladas, que eran operadas y controladas por un interno, 508 teléfonos móviles, una laptop, entre otras cosas.

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