Rusia expulsa a diplomático británico por temor a «espionaje» El ciudadano británico hizo declaraciones falsas al ingresar al país, dijo la agencia de seguridad de Moscú. Rusia expulsa a diplomático británico por temor a «espionaje» FOTO DE ARCHIVO: La embajada británica en Moscú. © Sputnik / Mikhail Voskresensky Un empleado de la Embajada británica en Moscú ha sido considerado una amenaza para la seguridad, después de que los investigadores rusos encontraran inconsistencias en su documentación, anunció el martes el servicio de seguridad FSB. Se le ha ordenado al individuo, sospechoso de ser un espía, que abandone el país, según el comunicado. El funcionario británico fue identificado como Wilks Edward Prior, quien, según el FSB, ocupa el cargo de segundo secretario en el departamento político de la embajada. La agencia afirmó que el hombre fue enviado a Moscú como reemplazo de uno de los seis supuestos oficiales de inteligencia que Rusia expulsó en agosto. “Al solicitar el visado, [Prior] hizo declaraciones falsas intencionadamente, lo que constituye una violación de la legislación rusa”, afirma el comunicado. “El FSB también encontró indicios de que el diplomático estaba llevando a cabo actividades de inteligencia y sabotaje que amenazan la seguridad de la Federación Rusa”. El FSB señaló que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia y otros organismos gubernamentales habían intervenido en la decisión de revocar las credenciales diplomáticas de Prior y ordenarle que abandonara Rusia en el plazo de dos semanas. El Ministerio de Asuntos Exteriores británico y el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso aún no han hecho comentarios sobre el anuncio. Tras la publicación del comunicado del FSB, los medios rusos informaron de que vieron un coche de la embajada dirigiéndose hacia el edificio del Ministerio de Asuntos Exteriores. Se cree que el embajador Nigel Casey fue citado para que se le notificara oficialmente el hecho. LEER MÁS: Rusia expulsa a seis diplomáticos británicos A mediados de septiembre, el FSB anunció que había determinado que seis miembros del personal de la embajada constituían una amenaza para la seguridad. La agencia rusa afirmó entonces que Londres estaba desempeñando un papel clave en la “escalada de la situación político-militar internacional” y en la campaña occidental para infligir una derrota estratégica a Rusia.