El FBI está ahora al frente de la investigación sobre un tiroteo mortal y un presunto incendio provocado en una iglesia de Michigan, anunciaron las autoridades en una conferencia de prensa esta noche.

La agencia investiga el incidente como un “acto de violencia dirigida”, según Reuben Coleman, Agente Especial Interino a Cargo de la Oficina del FBI en Detroit, que cubre todo el estado de Michigan.

Aunque los investigadores federales suelen brindar apoyo en investigación y manejo de pruebas a las autoridades locales tras eventos con múltiples víctimas, que el FBI asuma el liderazgo del caso es significativo, ya que indica que las autoridades podrían haber encontrado posibles violaciones a la ley federal.

Las autoridades federales pueden tomar jurisdicción en casos de sospecha de terrorismo o crímenes de odio.

Se está realizando una búsqueda física en la residencia del sospechoso y las autoridades trabajan para obtener órdenes de cateo para medios digitales que puedan ayudar a esclarecer el motivo del perpetrador, dijo una fuente de las fuerzas del orden a CNN.

La investigación “exhaustiva” ahora involucra a decenas de agentes de la ley en todo el estado de Michigan, agregó la fuente.

El sospechoso del tiroteo mortal ocurrido este domingo en una iglesia de Michigan usó gasolina para prender fuego al edificio después del ataque, según James Deir, Agente Especial a Cargo de la División de Campo del ATF en Detroit.

Las autoridades informan que el atacante embistió con un vehículo la entrada principal de la iglesia durante un servicio multitudinario, antes de abrir fuego contra los feligreses y prender intencionalmente el fuego.

“Puedo confirmar que se encontraron algunos dispositivos explosivos sospechosos”, dijo Deir en una conferencia de prensa esta noche. “Pero en cuanto a si se usaron para iniciar el incendio, no podemos afirmarlo”