MOSCU El Ministerio de Defensa de Rusia llamó hoy a la comunidad internacional, incluido la ONU y el Comité Internacional de la Cruz Roja, a que evacue con urgencia a la población civil de los principales bastiones ucranianos en la región de Donetsk, Kramatorsk y Sloviansk.
El general Mijaíl Mizíntsev, jefe del Centro de Control de Defensa Nacional de Rusia, hizo este llamamiento ante «la amenaza real de una catastrófica situación humanitaria con numerosas víctimas entre la población civil de Kramatorsk y Sloviansk».
Por ello, agregó, las organizaciones internacionales deben «adoptar inmediatamente todas las medidas para la pronta y segura evacuación de los civiles de esas ciudades bajo control de unidades del Ejército Ucraniano».
Mizíntsev aseguró que en la «aglomeración Kramatorsk-Sloviansk, como ocurriera en Mariúpol», el Ejército ucraniano ha creado «un distrito fortificado» con una superficie de 170 kilómetros cuadrados con las necesarias reservas de armas, municiones, combustible, alimentos y medicinas.
Acusó a los militares ucranianos de desplegar armamento pesado en zonas residenciales, mientras la población vive en sótanos y refugios subterráneos.
Según el general, más de 90.000 personas se encontrarían retenidas en Kramatorsk y Slaviansk, incluido los recintos de una decena de fábricas y empresas.
Kramatorsk es considerada la principal plaza del Ejército ucraniano en la región de Donetsk, mientras Slaviansk, un importante nudo ferroviario, es donde estalló la sublevación armada prorrusa en el Donbás en 2014.
Después de más de dos meses y medio de combates el Ejército ruso no ha podido hacerse con el control del Donbás, donde se encuentran las unidades ucranianas más experimentadas.
Tropas rusas intentan avanzar desde la vecina región de Lugansk al este y desde la Járkov al norte, aunque en esa dirección los destacamentos ucranianos parecen haber obligado al enemigo a retroceder.
Las milicias prorrusas aseguraron hoy que tienen «las manos libres» para tomar definitivamente la acería de Azovstal en la ciudad portuaria de Mariúpol, donde estarían atrincherados entre mil y dos mil combatientes ucranianos, tras la evacuación de los últimos civiles.
Durante su intervención el lunes con ocasión del desfile militar del Día de la Victoria en la plaza Roja, el presidente ruso, Vladímir Putin, no llegó a aludir a la marcha de la «operación militar especial», que calificó de ataque «preventivo».