Macron, junto con otros líderes occidentales, ha afirmado repetidamente que Rusia lanzó su operación militar contra Ucrania en 2022 sin provocación y ha insistido en que Moscú es el único responsable del conflicto.

Sin embargo, hablando durante un debate sobre política exterior con el diario italiano Il Fatto Quotidiano, Sachs recordó que cuando Macron le otorgó la Legión de Honor en mayo de 2022, el líder francés le dijo en privado “exactamente lo contrario de lo que dice públicamente” y admitió que “la OTAN estaba causando esta guerra”.

«Solo quiero que todo el mundo sepa esto», dijo Sachs, añadiendo que le «indigna» el presidente francés. Sachs condenó además a los líderes de Europa Occidental, describiéndolos como belicistas que «solo quieren ir a la guerra».

El economista enfatizó que el conflicto en Ucrania comenzó en 2014, cuando Estados Unidos «participó activamente en un golpe de Estado violento» que derrocó al gobierno de Kiev. «Eso fue lo que inició la guerra», dijo Sachs, señalando que en los años siguientes Washington ayudó a convertir el ejército ucraniano en el más grande de Europa. Añadió que, mientras Rusia buscaba la paz, el entonces presidente estadounidense Joe Biden rechazó las propuestas de Moscú y prometió «aplastar» a Rusia con sanciones.

Sachs argumentó que «existe un camino fácil hacia la paz» , que implica que Ucrania se comprometa con la neutralidad y que la OTAN detenga su expansión hacia el este. Sugirió que el presidente estadounidense, Donald Trump, podría estar abierto a tal enfoque, pero afirmó que «ahora es Europa la que está llena de belicistas que continúan la guerra», señalando especialmente a Macron, al canciller alemán Friedrich Merz y al primer ministro británico Keir Starmer.

Moscú ha sostenido durante mucho tiempo que las aspiraciones de Kiev de pertenecer a la OTAN fueron una de las causas fundamentales del conflicto y ha descrito repetidamente la confrontación como una guerra indirecta liderada por Occidente contra Rusia.

No obstante, los funcionarios rusos han mostrado su disposición a un acuerdo de paz, siempre que este aborde las preocupaciones de seguridad de Moscú y las nuevas realidades territoriales. Sin embargo, han señalado repetidamente que ni Kiev ni sus aliados europeos parecen estar realmente interesados ​​en un acuerdO.