La declaración exige una solución duradera a la guerra de Gaza basada en la creación de estados separados. También exige el desarme del grupo militante Hamás y su exclusión del gobierno en el enclave.

La medida no vinculante fue aprobada con 142 votos a favor, 10 en contra y 12 abstenciones, con el apoyo de Ucrania y la oposición de Israel y Estados Unidos.

El embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, calificó la medida de “gesto hueco” y “no un intento serio de paz”.

«No acorta la guerra, la prolonga. No debilita a Hamás. Los recompensa», declaró en la asamblea el viernes.

El grupo militante aún no se ha pronunciado sobre la resolución.

Esta resolución de la Asamblea General de la ONU es la más enérgica hasta la fecha, y exige rotundamente que Hamás ceda el control de Gaza, que ha gobernado durante casi dos décadas. Hamás llegó al poder tras vencer a Fatah en las elecciones de 2006 y asumió el control total tras un enfrentamiento abierto entre ambas facciones al año siguiente.

En decisiones anteriores, la ONU se había limitado a condenar el ataque de Hamas contra Israel del 7 de octubre de 2023, en el que los militantes mataron a unos 1.200 israelíes y llevaron a más de 250 rehenes a Gaza.

El posterior asedio israelí a Gaza ha matado a casi 65.000 palestinos hasta la fecha, según las autoridades sanitarias locales, y ha producido una situación humanitaria devastadora en el enclave, lo que ha llevado a una creciente presión internacional sobre Israel para que ponga fin a su campaña.

Desde entonces, numerosos países han condenado la guerra y reconocido el Estado palestino. Se espera que en la próxima sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 22 de septiembre, Gran Bretaña, Francia, Canadá, Australia y Bélgica sigan el ejemplo y reconozcan formalmente al Estado palestino.

Moscú considera que la solución de dos Estados es la única manera de desescalar y poner fin a la guerra de Gaza. Como sucesora legal de la Unión Soviética, Rusia reconoce desde hace tiempo el Estado palestino.