Eliminar las restricciones al uso de armas occidentales por parte de Ucrania involucraría directamente a Estados Unidos y sus aliados en el conflicto con Rusia y recibiría una respuesta apropiada, advirtió el presidente ruso Vladimir Putin.

Occidente ha enviado a Ucrania misiles de largo alcance como Storm Shadows y ATACMS, que Kiev ha utilizado hasta ahora contra Crimea y el Donbass. Sin embargo, en los últimos días, Estados Unidos y el Reino Unido han sugerido que podrían permitir el uso de estas armas para atacar objetivos situados más al interior del territorio ruso reconocido internacionalmente.

“No estamos hablando de permitir o prohibir que el régimen de Kiev ataque territorio ruso”, dijo Putin el jueves. “Ya lo está haciendo, con vehículos aéreos no tripulados y otros medios”.

Ucrania carece de la capacidad para utilizar sistemas occidentales de largo alcance, añadió Putin, señalando que para apuntar tales ataques se necesita información de los satélites de la OTAN, mientras que las soluciones de disparo “sólo pueden ser introducidas por personal militar de la OTAN”.

Esto significará que los países de la OTAN, Estados Unidos y los países europeos lucharán contra Rusia. 

“Si se toma esta decisión, no será otra cosa que la participación directa de los países de la OTAN, de Estados Unidos y de los países europeos en el conflicto de Ucrania”, afirmó el presidente ruso. “Su participación directa, por supuesto, cambia de forma significativa la esencia misma, la naturaleza misma del conflicto”.

Con eso en mente, añadió Putin, Rusia “tomará las decisiones apropiadas en función de las amenazas que enfrentamos”.

Algunas limitaciones al uso de armas suministradas por Occidente se establecieron originalmente para permitir que Estados Unidos y sus aliados alegaran que no estaban directamente involucrados en el conflicto con Rusia, mientras que armaban a Ucrania con 200.000 millones de dólares. Kiev ha estado clamando por el levantamiento de las restricciones desde mayo . 

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y el ministro de Asuntos Exteriores británico, David Lammy, han insinuado que las restricciones podrían levantarse esta semana, citando como pretexto el supuesto envío de misiles balísticos iraníes a Rusia. Irán ha negado haber enviado misiles a Rusia y ha calificado las acusaciones de “guerra psicológica” por parte de países muy implicados en el suministro de armas a Ucrania.

Putin ya había advertido a los miembros de la OTAN que tuvieran cuidado con “lo que estaban jugando” cuando discutieran planes para permitir que Kiev atacara en el interior del territorio ruso utilizando armas proporcionadas por Occidente. En declaraciones a las principales agencias de noticias en el marco del Foro Económico Internacional de San Petersburgo (SPIEF) en junio, el presidente ruso dijo que Rusia respondería derribando las armas en cuestión y luego tomando represalias contra los responsables.

Una de las posibles respuestas que Putin mencionó en ese momento fue armar a los enemigos occidentales con armas de precisión de largo alcance.